Si hay voluntad, hay contradicción, resistencia y esfuerzo, lo cual es un derroche de energía. Cuando uno examina su fatigosa vida cotidiana, su diaria vida burguesa o no-burguesa, ¿qué es lo que ocurre? ¿No disponen entonces de una tremenda energía? La energía ha sido disipada en resistir esa vida, en vencerla, en ir más allá, en tratar de comprenderla, de cambiarla, pero si miran esta vida tal como ella es, ¿no hay entonces una transformación en ‘lo que es’ [la mente se descondiciona, pasa a ser más lúcida]? Esa transformación ocurre sólo cuando ustedes tienen esta energía en la que no opera en absoluto la voluntad. Enfrentarse a algo acerca de lo que uno no sabe absolutamente nada requiere gran energía. Eso sólo puedo hacerlo cuando no hay ejercicio de la voluntad, ni resistencia, ni opción, ni derroche de energía. Para enfrentarse a algo desconocido debe existir la más elevada forma de energía (57).