Si ustedes se dan cuenta de este proceso de protección, de levantar muros para proteger lo que son y tienen, si están conscientes de esto, jamás preguntarán cuál es el medio, el método para liberarse del miedo, del anhelo. Entonces encontrarán que, en la quietud de la percepción alerta, se disuelven espontáneamente las diversas causas que condicionan el pensamiento-emoción.
No van a alcanzar ese estado de percepción alerta por el mero hecho de escuchar una o dos pláticas. Es como un fuego que debe ser encendido, y son ustedes los que deben encenderlo. Tienen que empezar, por poco que sea, a estar conscientes, alerta, y esto pueden hacerlo cuando hablan, cuando ríen, cuando entran en contacto con la gente, o cuando están en silencio. Esta percepción alerta se vuelve una llama, y esta llama consume todo temor, el cual causa aislamiento. La propia mente debe revelarse a sí misma de manera espontánea. Y esto no es dado tan sólo a unos pocos, ni se trata de algo imposible.