La ansiedad es una emoción natural que todo el mundo siente a lo largo de su vida. El problema aparece cuando esta reacción es frecuente, desmedida y se alarga en el tiempo, llegando a interrumpir el normal funcionamiento de nuestra vida diaria.
Lo que te dices a ti mismo tiene mucha importancia para controlar tu ansiedad: está demostrado científicamente. En una situación concreta, con autoinstrucciones puedes trasformar tus pensamientos negativos y catastróficos en otros más realistas, que te ayudarán a ver y vivir la situación con menos angustia y más serenidad.
Si observamos lo que pensamos, podemos modificarlo y cambiar tanto nuestras emociones como nuestro comportamiento. Éste es el primer paso ante cualquier situación que nos pueda generar ansiedad: estar alerta y controlar los diálogos internos, esa conversación que mantenemos con nosotros mismos casi constantemente.
Esa autoobservación y posterior corrección de los pensamientos se puede aplicar a los distintos trastornos de ansiedad: fobia simple, fobia social, ataque de pánico, agorafobia, trastorno obsesivo-compulsivo o ansiedad generalizada.
Diálogo interno derivados de situaciones de ansiedad:
- El angustiado: tiende a anticipar lo peor y a sobreestimar los aspectos negativos de cualquier situación. Con su actitud se genera una gran ansiedad y además se siente culpable de ello. Se dice cosas como: ‘mi corazón late sin freno: puedo morir o descontrolarme’, ‘¿y si me quedo mudo de repente?’.
- El autocrítico: juzga y evalúa constantemente su propio comportamiento, sus defectos y debilidades, sin reconocer sus habilidades y virtudes. Su autodiálogo es el de un padre severo, un maestro exigente o el de alguien que le hirió con sus críticas. Se dice cosas como: ‘qué tonto soy, nunca voy a hacer nada bien’, ‘mira qué capaz es fulanito; sin embargo, yo…’.
- El desesperanzado: se siente víctima de la vida sin remedio. Aplica su filtro de negatividad a todo y a todos, e intentan contagiarlo a los que le rodean. Se dice cosas como: ‘no puedo hacerlo’, ‘nunca seré capaz’, ‘ya es demasiado tarde’, ‘no vale la pena intentarlo…’.
- El perfeccionista: se obliga a hacerlo todo cada vez mejor. No tolera errores. Está convencido de que su valía depende de factores externos como el status o ser aceptado por los demás. Se dice cosas como: ‘no hay nadie que pueda reemplazarme’, ‘debo hacerlo mejor’, ‘es imprescindible que me esfuerce…’.
La ansiedad es una emoción que sentimos todos los seres humanos. Sin embargo, en determinados casos se convierte en un trastorno que requiere tratamiento. Se trata de la ansiedad que ocurre sin causa aparente y nos causa desasosiego, inquietud, malestar, y nos lleva a conductas inapropiadas y de evitación.
Miedos: fenómeno psicológico normal para el ser humano. Posee componentes: biológicos, comportamentales y cognitivos. Se trata de un fenómeno evolutivo Es parte del desarrollo psicológico normal. Sería anormal su no presencia En resumen El miedo avisa a la persona que la situación puede ser física o psicológicamente peligrosa. La diferencia entre miedo clínico y miedo normal, se distinguen por su desproporcionada intensidad, su naturaleza desadaptativa, su persistencia y por estar fuera de control voluntario
Fobias: son miedos irracionales y desproporciónales ante objetos, animales y/o situaciones muy especificas y que no suponen ningún peligro. La fobia es un tipo de miedo que : Es desproporcionado Es irracional Es involuntario Lleva a evitar la situación. Para ser considerada una fobia hay que tener en cuenta: .La persistencia .Si corresponde a la edad .La intensidad del sufrimiento. Si es desadaptativa. Teniendo en cuenta todo esto se evaluará la necesidad de un tratamiento
DIFERENCIA ENTRE MIEDO, FOBIA Y ANSIEDAD:
- En función del estimulo: la ansiedad no tiene un estímulo específico en la fobias y los miedos, hay un estímulo provocador. A su vez el estímulo provocador de la fobia ,no entraña un peligro real como el de miedo normal.
- Diferencia en cuanto a intensidad de la respuesta: miedo, fobia y ansiedad van acompañadas frecuentemente de alteraciones fisiológicas, que en la ansiedad son más intensas y duraderas y cuando se cronifica puede guardar relación con trastornos psicofísicos.
- Fobia y ansiedad se asemejan en cuanto son respuestas no compartidas por el resto de las personas presentes en la situación
SÍNTOMAS PSICOLÓGICOS DE LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD:
- Preocupación. inseguridad.
- Miedo o temor.
- Aprensión.
- Pensamientos negativos (inferioridad, incapacidad).
- Anticipación de peligro o amenaza.
- Dificultad de concentración.
- Dificultad para la toma de decisiones.
- Sensación general de desorganización o pérdida de control sobre el ambiente.
SÍNTOMAS MOTORES OBSERVABLES.
- Hiperactividad.
- Paralización motora.
- Movimientos torpes, desorganizados.
- Tartamudeo y otras dificultades de expresión verbal.
- Conductas de evitación .
- Síntomas fisiológicos o corporales.
- Síntomas cardiovasculares: palpitaciones, pulso rápido, tensión arterial alta, accesos de calor…
- Síntomas respiratorios: sensación de sofoco, ahogo, respiración rápida y superficial, opresión torácica…
- Síntomas gastrointestinales: náuseas, vómitos, diarrea, molestias digestivas…
- Síntomas genitourinarios: micciones frecuentes, enuresis, eyaculación precoz, frigidez, impotencia…
- Síntomas neuromusculares: tensión muscular, temblor, hormigueo, dolor de cabeza tensional, fatiga excesiva…
- Síntomas neurovegetativos: sequedad de boca, sudoración excesiva, mareos…