La dificultad para tomar decisiones es el rasgo que caracteriza la conducta del inseguro. El miedo a que los demás desaprueben su conducta hace que muchas veces renuncie a sus propios deseos e intereses y se deje llevar por los demás. Tiene tan poca confianza en sí mismo que muchas veces prefiere que sean otros quienes decidan para ahorrarse la ansiedad
Tras la inseguridad suele haber una falta de confianza en las propias capacidades. Este rasgo de la personalidad se gesta en la infancia: los padres sobreprotectores crían niños con poca iniciativa, a los que les cuesta tomar decisiones. Lo mismo ocurre con los padres temerosos en exceso. Educan niños que de adultos, tienen miedo elegir, arriesgarse, equivocarse…
La influencia de la sociedad también tiene su peso a la hora de formar personas inseguras. Por un lado, el modelo tradicional nos enseña a ser obedientes, a seguir el ejemplo de los mayores, a no llevar la contraria. Por otro, la reivindicación del individualismo nos lleva a sufrir angustia y ansiedad a la hora de elegir con libertad.
En esta sociedad moderna de las comunicaciones y las redes sociales, más que nunca los perfiles sociales, psicológicos y emocionales de las personas son más variopintos y complejos. Disponemos de muchos y mayores medios para interaccionar entre nosotros. Vivimos una era plural y cohesionada a la vez, sin embargo, tenemos sentimientos de insignificancia, nos sentimos poca cosa y esto fomenta la cada vez más frecuente timidez, inseguridad y falta de autoestima que padecen jóvenes y no tan jóvenes en todos los ámbitos de las sociedades modernas actuales.
Se hace cada vez más habitual este tipo de sentimiento entre la juventud. Pero este sentimiento no se corresponde en absoluto con la realidad. Los sentimientos depresivos y autolesionantes son resultado de una falsa lógica que genera un círculo vicioso de retroalimentación negativa que hunde al individuo en un estado de ofuscación en donde todo se ve negro.
La solución es tan sencilla como encontrar a alguien que te escuche y que te sepa hablar. Y siempre hay alguien dispuesto a tendernos la manos, aun sin conocernos, sin pedir nada a cambio, por simple amor, amistad, benevolencia o altruismo. Lo único que debemos hacer es dar el primer paso y pedir ayuda. Todos hemos estado mal en algún momento de nuestra vida y hemos necesitado una mano amiga o un hombro sobre el que apoyarnos.
La timidez es resultado de la falta de seguridad en uno mismo, que a su vez está motivada por una falta de autoestima. Estos sentimientos nacen del hecho de no conocernos a nosotros mismos. Es normal que esto ocurra con frecuencia en la adolescencia, una época de grandes y frecuentes cambios que causan un gran desconcierto.
‘Un problema viene siempre de un sentimiento de inseguridad’. Jean Klein.
‘Al eliminar los desastres de la realidad, eliminamos también sus triunfos. Sólo enfrentándose con las más duras pruebas puede alcanzar la humanidad sus más altas cimas. Del peligro y de la inquieta inseguridad fluye la fuerza que empuja a la humanidad siempre a nuevas y más elevadas conquistas’. Paul Watzlawick.
‘Gracias a nuestra ignorancia, que no a nuestros conocimientos, vamos seguros por la vida’. Jean Giraudoux.
‘El hombre sabio es por naturaleza indeciso. El hombre libre es por naturaleza inseguro’. Erich Fromm.