La ayuda puede venir por parte de los padres o por parte de una persona encargada de supervisar si realmente se están haciendo las cosas en la dirección correcta.
TÉCNICAS DE ESTUDIO:
- Dos palabras mágicas: organización y constancia.
- Todos los días: al llegar a casa, después de un pequeño descanso, hacer los deberes o repasar lo aprendido. Es útil una planificación del estudio:
- Tiempo que hay que dedicar a cada asignatura.
- Alternar las asignaturas que gustan con las que presentan mayor esfuerzo.
- Establecer un horario.
- Lugar para estudiar:
- Siempre el mismo (mesa amplia, silla de respaldo recto, etc.).
- Con una ventilación e iluminación (preferiblemente natural) adecuada.
- Ordenado.
- Libre de ruidos y distracciones.
- Además no olvidar dormir alrededor de 8 horas, alimentación equilibrada y sana y realizar ejercicio físico. La forma física favorece la forma mental.
- Técnicas de estudio: partiendo de la idea de que ‘leer equivale a pensar’, diremos que la lectura es la fase principal e imprescindible a la hora de comenzar a estudiar. Dentro de ella distinguimos:
- Prelectura: primer vistazo que se le da al tema para saber de qué trata y sacar así una idea general del mismo.
- Lectura comprensiva: leer detenidamente el tema buscando las palabras que no entendamos en el diccionario y diferenciando las ideas principales de las secundarias. La lectura ha de realizarse párrafo a párrafo.
- Subrayado: técnica utilizada para centrar la atención en las ideas fundamentales. Se destacarán, mediante una línea debajo de la palabra/s o frase a señalar, las ideas principales del texto, procurando que lo subrayado tenga sentido por sí mismo. Su finalidad es ahorrar tiempo en el repaso sin perder el sentido del texto. También podemos acompañarlo con anotaciones al margen. Esta técnica la aplicaremos durante la segunda lectura, ya que en la prelectura no tenemos todavía una visión de conjunto que nos permita valorar la importancia de las ideas. Si queremos terminar adecuadamente el aprendizaje del tema, el subrayado ha de continuar con un resumen o un esquema o con ambos.
- Esquema: podemos decir que es la estructura del texto, en él se sintetizan las ideas principales y las secundarias, permitiéndonos obtener una imagen clara y rápida de un solo vistazo. Con el esquema la organización del tema queda más clara al obtenerse la información de forma visual y al poder verse los lazos de subordinación que existen entre las ideas. Son muy útiles cuando el tema incluye múltiples conceptos que hay que memorizar o clasificaciones muy jerarquizadas.
- Resumen: es una técnica de síntesis con la que se pretende extraer del texto aquello que nos interesa saber; es decir, realizaremos una condensación de la información a partir de las ideas seleccionadas durante el subrayado. Debe ser breve y presentar un estilo narrativo. Su extensión será proporcional al texto resumido (alrededor de un 20%).