P: usted ha realizado la iluminación, pero ¿qué pasa con nosotros, los millones?
Krishnamurti:
No es en modo alguno importante aquél que se ha realizado, sino que lo esencial es darnos cuenta de nuestro propio estado interno. La masa es cada uno de nosotros; los millones somos usted y yo. La desesperación y la confusión, el conflicto y el dolor nos rodean; usted y yo hemos contribuido a esta desesperanza y descomposición. Y nadie excepto nosotros mismos puede resolver los problemas del mundo. Ni el iluminado ni el líder ni el templo ni la iglesia; tampoco un gurú ni un sistema pueden liberarnos a nosotros –el mundo- del conflicto y el dolor. Sólo uno mismo puede resolver el problema; ningún otro puede resolverlo por uno.
Esté atento a las causas del dolor y de la lucha en usted mismo y resuélvalas. No hable de salvar a la masa o de proteger a los millones, porque la masa es usted mismo. Dése cuenta de su propio dolor, de su vacuidad, de su confusión, porque el mundo es lo que es usted. Su problema es el problema del mundo. Para generar felicidad y paz en el mundo, tiene que haber una transformación fundamental en su propia mente y en su corazón.
Usted es la vida y la acción, y sin comprenderse a sí mismo, el intentar resolver los problemas de otro o del mundo, es originar más confusión, más desdicha. La regeneración del mundo está en sus propias manos, porque usted es el mundo.