Los cinco propósitos básicos de las emociones

Las emociones suelen jugar un papel importante en la forma en que pensamos y nos comportamos, y en general nos ayudan a sobrevivir y a prosperar.

Es importante entender los tres componentes fundamentales de una emoción. Nuestras emociones están formadas por un componente subjetivo (cómo experimentamos la emoción), un componente fisiológico (cómo nuestros cuerpos reaccionan a la emoción), y un componente expresivo (cómo nos comportamos en respuesta a la emoción). Estos diferentes elementos pueden desempeñar un papel distinto en la función y el propósito de nuestras respuestas emocionales.

Nuestras emociones pueden ser de corta duración, como un enfado momentáneo con un compañero de trabajo, o de larga duración, tales como la tristeza persistente que sobreviene tras la pérdida de una relación. ¿Pero por qué experimentamos estas emociones? ¿Qué función cumplen?

LAS EMOCIONES NOS MOTIVAN

Cuando nos enfrentamos a un examen podemos sentir mucha ansiedad acerca de cómo será nuestro rendimiento. Debido a las respuestas emocionales que aparecen ante una situación de evaluación nos sentimos más orientados al estudio. Desde el momento en que experimentamos estas emociones, aumenta la motivación para tomar acción y hacer algo positivo para mejorar las posibilidades de obtener una buena calificación.

También tendemos a adoptar determinadas medidas con el fin de experimentar emociones positivas y minimizar la probabilidad de sentir emociones negativas. Por ejemplo, podemos buscar actividades sociales o pasatiempos que nos proporcionan una sensación de felicidad, alegría y emoción, al mismo tiempo que probablemente evitaremos situaciones que podrían potencialmente conducirnos al aburrimiento, la tristeza o la ansiedad.

Las emociones nos ayudan a evitar el peligro

Charles Darwin ya creía que las emociones eran recursos que permitieron a los seres humanos y animales sobrevivir y reproducirse. Cuando estamos enojados, estamos más propensos a enfrentar la fuente de nuestra irritación. Cuando experimentamos miedo, somos más propensos a huir de la situación o amenaza. Cuando sentimos amor, podríamos buscar una pareja y reproducirnos. Las emociones juegan un papel adaptativo en nuestras vidas que nos motiva a actuar con rapidez y tomar acciones que maximicen nuestras posibilidades de éxito.

Las emociones nos ayudan a tomar decisiones

Nuestras emociones tienen una gran influencia en las decisiones que tomamos, desde lo que elegimos tomar para el desayuno hasta los candidatos que elegimos para votar en las elecciones políticas. Los investigadores también han encontrado que las personas con ciertos tipos de daño cerebral que afecta la capacidad de experimentar emociones también tienen una menor capacidad para tomar buenas decisiones. Incluso en situaciones en las que creemos que nuestras decisiones se guían exclusivamente por la lógica y la racionalidad, las emociones juegan un papel clave.

La inteligencia emocional, o lo que es lo mismo, nuestra capacidad para entender y manejar las emociones, se ha demostrado que desempeña un papel importante en la toma de decisiones.

Las emociones facilitan la interacción social

Cuando interactuamos con otras personas, es importante dar señales para ayudarles a entender cómo nos sentimos. Estas señales pueden incluir la expresión emocional a través del lenguaje del cuerpo, tales como las diversas expresiones faciales relacionados con las emociones particulares que estamos viviendo. En otros casos, puede tratarse de una indicación directa de cómo nos sentimos. Cuando le decimos a los amigos o familiares que nos sentimos felices, tristes, enojados o asustados, les estamos dando información importante para facilitar la interacción.

Las emociones nos permiten comprender a los demás

Al igual que nuestras propias emociones proporcionan información útil a los demás, las expresiones emocionales de los que nos rodean nos da una gran cantidad de información social. La comunicación social es una parte importante de nuestra vida cotidiana y de las relaciones, y ser capaz de interpretar y reaccionar a las emociones de los demás es esencial. Esto nos permite responder de manera adecuada y construir relaciones más profundas y significativas con nuestros amigos, familiares y seres queridos. También nos permite comunicarnos de manera efectiva en una variedad de situaciones sociales.

Charles Darwin fue uno de los primeros investigadores en estudiar científicamente las emociones. Sugirió que las manifestaciones emocionales también podrían desempeñar un papel importante en la seguridad y la supervivencia. Si un animal gruñe, indica claramente que está enojado y a la defensiva, lo que nos lleva a dar marcha atrás para evitar posibles peligros. De la misma manera, la comprensión de las manifestaciones emocionales de los demás nos da una información clara sobre la forma en que debemos responder en una situación particular.

 

Fuente: Psicopedia.org