Sugiero que debemos ser capaces de escuchar lo que se dice, sin rechazarlo ni aceptarlo. Debemos escuchar de modo tal que, si se dice algo nuevo, no lo desechemos de inmediato. Esto no significa que hemos de aceptar todo lo que se diga. Sería realmente absurdo, porque entonces estaríamos estableciendo meramente una autoridad, y donde hay una autoridad no puede haber un pensar, un sentir; no puede haber descubrimiento de lo nuevo. Como casi todos somos propensos a aceptar ansiosamente algo sin una verdadera comprensión, existe el peligro de que podamos aceptar lo que se dice sin reflexionar sobre ello ni investigarlo, sin haberlo examinado a fondo (36).
Tan sólo cuando escucháis en el sentido de escuchar sin ninguna tensión o esfuerzo, sin aprobar ni desaprobar, sino simplemente observando y viendo el hecho, sin aportar vuestra opinión sobre éste, vuestras conclusiones, conceptos intelectuales, fórmulas sobre el hecho, sólo entonces podéis en realidad escuchar en calma, con facilidad, y penetrar en lo que se está diciendo, descubrir por uno mismo si es verdadero o falso (38).
Tenemos que escuchar -arte que tenemos que aprender-, pues normalmente siempre estamos comparando, evaluando, juzgando, aceptando, negando, y no escuchamos en forma alguna; en realidad, al hacerlo, nos privamos nosotros mismos de escuchar (8).
Puede que me equivoque, así que corríjanme. No se limiten a escuchar o a aceptarlo; cuestiónenme, critiquen, investíguenlo conmigo (73).
Escuchamos con placer o resistencia, con aceptación o repulsión, pero eso no es escuchar (46).
Si se me permite sugerirlo, escuchad todo esto hasta el fin. No os aferréis a partes de ello con las que estáis de acuerdo o en desacuerdo, sino consideradlo en su totalidad, en todo su contenido. Es cuestión de percepción, de ver algo directamente; y cuando veis algo muy directamente, entonces ni estáis de acuerdo ni en desacuerdo (34).
Si tienen oídos para oír lo que se dice, no podrán estar de acuerdo o discrepar, eso está ahí (8).
El escuchar completamente implica prestar toda nuestra atención, lo cual no significa que estamos de acuerdo o en desacuerdo. No existe acuerdo o desacuerdo cuando estamos explorando juntos; pero puede que el ‘microscopio’ a través del cual miramos no esté limpio. Si miramos a través de un instrumento de precisión, entonces lo que uno ve es lo que otro también verá; de manera que no se trata de estar de acuerdo o en desacuerdo (8).
‘Estoy y no estoy de acuerdo con usted’. Lo que demuestra que no está escuchando. Usted está contraponiendo sus convicciones frente a lo que se dice, lo cual no es escuchar. Tiene usted miedo de escuchar y por eso está en conflicto, por eso está de acuerdo y al mismo tiempo en desacuerdo (46).