que estableció una escala de necesidades que motivan las conductas humanas,
estudió personajes públicos e históricos como:
Albert Einstein, Franklin Roosevelt, Albert Schweitzer…
Éstas son algunas de las características que encontró:
- Conocimiento de la realidad: habilidad superior para observar la realidad y predecir acontecimientos. Todos los grandes genios que han existido, han sido, dentro de su campo, grandes observadores.
- Aceptación propia y de los demás: carecen de timidez, sentimiento de culpabilidad y duda, tan dominantes en la gente en general.
- Espontaneidad, simplicidad y naturalidad: tratan de elaborar sus propios sistemas de valores.
- Centrados en la solución de los problemas: adoptan a veces serenamente decisiones que implican una frustración temporal, pero a la larga realizan sus objetivos.
- La necesidad de intimidad: no tienen el hábito de apegarse a otros, y por consiguiente disfrutan de la riqueza y plenitud que confiere la amistad con los demás.
- Autonomía: recuperación de las capacidades de autoconocimiento, espontaneidad e intimidad.
- Apreciación de la vida: hay gente que tiende a perder el aprecio por lo que tienen, en sus esfuerzos por conseguir algo distinto.
- Relaciones personales: limitan el círculo de sus amistades a unos pocos.
- Carácter tolerante: saben apreciar la superioridad ajena y no la perciben como una amenaza.
- Sentido del humor no hostil: las discrepancias entre aquello que es y aquello que debería ser, más que posturas a la defensiva, les abren a la ironía, afecto y tolerancia. Su escepticismo les lleva a ser respetuosos con todo el mundo.
- Creatividad: inventiva, originalidad, espontaneidad, frescura de enfoque. Libertad para explorar, e infinitas posibilidades de adaptación a diferentes situaciones de la vida diaria.
- Resistencia a los aspectos negativos de la cultura: se los considera como extraños, excéntricos e inclusive antisociales por parte de aquellos que no les conocen. La gente capta en ellos un aire de autosuficiencia que resulta ofensivo para algunos.
- Transcendencia de las divisiones: cualidades opuestas se integran y expresan en la misma conducta. No una cosa u otra, sino ambas a la vez. Como dice William Blake: ‘¡que yo me contradigo! Pues sí, yo me contradigo. Soy inmenso, contengo multitudes’.