Napoleón Bonaparte (15 de agosto de 1769 – 5 de mayo de 1821) fue emperador de Francia, militar y hombre de estado perteneciente a la Casa de los Bonaparte. General durante parte del período de la Revolución Francesa, fue artífice del golpe de Estado de 18 de Brumario que le convirtió en gobernante de Francia como Primer Cónsul de la República desde noviembre de 1799 a mayo de 1804, para convertirse posteriormente en Emperador y Rey de Italia desde mayo de 1804 a abril de 1814 y nuevamente por un breve lapso desde marzo hasta junio de 1815. Napoleón es considerado un genio militar, habiendo comandado campañas bélicas muy exitosas, aunque con derrotas también muy estrepitosas. Sus guerras de conquista se convirtieron en las mayores guerras conocidas hasta entonces en Europa, involucrando a un número de soldados jamás visto en los ejércitos hasta entonces. Durante el periodo de poco más de una década, adquirió el control de casi todo el occidente y parte central de Europa por conquistas o alianzas y solo fue tras su derrota en la Batalla de las Naciones cerca de Leipzig en octubre de 1813 que se vio obligado a abdicar unos meses más tarde. Regresó a Francia en lo que es conocido como los Cien Días y fue decisivamente derrotado en la Batalla de Waterloo en Bélgica, el 18 de junio de 1815, siendo exiliado a la isla de Santa Elena donde falleció. Aparte de sus proezas militares, a Napoleón también se le conoce por el establecimiento del Código Napoleónico y es considerado por algunos un «monarca iluminado» por su extraordinaria capacidad de trabajo; estaba en varios lugares casi al mismo tiempo. Su memoria prodigiosa y su inigualable lucidez, le permitían conocer y recordar el más mínimo detalle. Nada dejaba librado al azar y no consentía que alguien improvisara. Otros, sin embargo, lo consideran un dictador tiránico cuyas guerras causaron la muerte de millones de personas. Indudablemente, es el personaje que marcó el inicio del siglo XIX y la posterior evolución de la Europa que hoy conocemos.
SELECCIÓN DE FRASES:
‘Alejandro, César, Carlomagno y yo fundamos imperios, pero ¿sobre qué cimentamos las creaciones de nuestro genio? Sobre la fuerza. Solo Jesucristofundó su reino sobre el amor, y hoy día millones de hombres morirían por él’.
‘Los hombres geniales son meteoros destinados a abrasar para iluminar su tiempo’.
‘El arte de la policía es no ver aquello que es inútil que vea’.
‘El tiempo es el gran arte del hombre’.
‘En política hay que sanar los males, jamás vengarlos’.
‘Levantar un andamio no es edificar’.
‘La política no tiene entrañas’.
‘Es injusto que una generación sea comprometida por la precedente. Hay que encontrar un medio que preserve a las venideras de la avaricia o inhabilidad de las presentes’.
‘El genio es el arte de la oportunidad’.
‘La opinión pública es un poder al que nada resiste’.
‘Si la obediencia es el resultado del instinto de las muchedumbres, el motín es el de su reflexión’.
‘Nada mas difícil, pero nada mas precioso que el saber decidirse’.
‘Imposible es el adjetivo de los imbéciles’.
‘Una cabeza sin memoria es una plaza sin guarnición’.
‘La victoria es del más perseverante’.
‘La independencia, igual que el honor, es una isla rocosa sin playas’.
‘Las batallas contra las mujeres son las únicas que se ganan huyendo’.
‘¿Queréis contar a vuestros amigos? Caed en el infortunio’.
‘La mayor parte de aquellos que no quieren ser oprimidos, quieren ser opresores’.
‘Un hombre de estado debe tener el corazón en la cabeza’.
‘La ambición de dominar sobre los espíritus es la mas poderosa de todas las pasiones’.
‘Nos elevamos sobre aquellos que nos insultan perdonándolos’.
‘Con audacia se puede intentar todo; mas no se puede conseguir todo’.
‘El amor es una tontería hecha por dos’.
‘Cuando quiero que un asunto no se resuelva lo encomiendo a un comité’.
‘En los negocios de la vida no es la fe lo que salva, sino la desconfianza’.
‘Antes de pensar en la injuria que hemos recibido, hay que dejar pasar cuando menos una noche’.
‘Hay calumnias frente a las cuales la inocencia misma se siente desfallecer’.
‘Hay pícaros suficientemente pícaros para portarse como personas honradas’.
‘Hay que desplegar más energía en los asuntos administrativos que en la guerra’.
‘La actitud ociosa de un ejército es su más seguro camino hacia la derrota’.
‘La realidad tiene limites; la estupidez no’.
‘En la guerra como en el amor, para acabar es necesario verse de cerca’.
‘La guerra es un juego serio en el que uno compromete su reputación, sus tropas y su patria’.
‘Bien analizada, la libertad política es una fábula imaginada por los gobiernos para adormecer a sus gobernados’.
‘Se puede aplastar una nación religiosa, pero no dividirla’.
‘Los sabios son los que buscan la sabiduría; los necios piensan ya haberla encontrado’.
‘Cuando no se teme a la muerte, se la hace penetrar en las filas enemigas’.
‘Hay ladrones a los que no se castiga, pero que roban lo más preciado: el tiempo’.
‘Interpretar la ley es corromperla, los abogados las matan’.
‘Hay tantas leyes que nadie está seguro de no ser colgado’.
‘Tan tranquilas son las personas honradas y tan activas las pícaras, que a menudo es necesario servirse de las segundas’.
‘El método más seguro de permanecer pobre es, sin duda, ser una persona franca’.
‘Para triunfar es necesario, más que nada, tener sentido común’.
‘No hay que temer a los que tienen otra opinión, sino a aquellos que tienen otra opinión pero son demasiado cobardes para manifestarla’.
‘Lo imposible es el fantasma de los tímidos y el refugio de los cobardes’.
‘El mal de la calumnia es semejante a la mancha de aceite: deja siempre huellas’.
‘La mejor forma de cumplir con la palabra empeñada es no darla jamás’.
‘Discutir en el peligro es apretar el dogal [soga con nudo corredizo]’.
‘La envidia es una declaración de inferioridad’.
‘Sin justicia, sólo hay divisiones, víctimas y opresores’.
‘Más vale tener un enemigo conocido que un amigo a la fuerza’.
‘La verdadera felicidad social consiste en la armonía y en el uso pacífico de las satisfacciones de cada individuo’.
‘En la guerra, como en el amor, para llegar al objetivo es preciso aproximarse’.
‘No hay subordinación en el temor que prevalece en los estómagos vacíos’.
‘Los más fuertes no negocian mas que si dictan las condiciones y son obedecidos’.
‘Nunca se sufre tanto por amor como cuando volvemos a ver el objeto amado, o mejor cuando este está ausente’.
‘El verdadero carácter siempre aparece en las grandes circunstancias’.
‘En el culto todo debe ser gratuito para el pueblo, no se debe privar a los pobres de aquello que los consuela en su pobreza sólo por ser pobres’.
‘Tranquilizar el espíritu es la mejor manera de curar el cuerpo’.
‘Los hombre generalmente no pasan de criaturas adolescentes’.
‘Las personas que debemos temer no son las que no están de acuerdo con nosotros. Debemos temer las que no están de acuerdo y son demasiado cobardes para darlo a entender’.
‘La educación de una persona comienza dieciocho años antes de su nacimiento’.
‘El cementerio está lleno de personas imprescindibles’.
‘Es necesario sembrar para el futuro’.
‘Una retirada a tiempo es una victoria’.
‘Las bases indispensables de la sociedad son el ocio y el lujo’.
‘No se debe juzgar a los hombres por su fisonomía, sobre todo, sin ponerlos a prueba’.
‘El hombre superior es impasible por naturaleza: le da igual que le elogien o censuren’.
‘A los hombres se les debe gobernar con guante de acero dentro de guante de terciopelo’.
‘Cuando se hacen tonterías, éstas por lo menos deben dar resultado’.
‘Un trono es sólo un taburete de madera forrado de seda’.
‘Del talento a la cordura hay una distancia enorme’.
‘El triunfo no está en vencer siempre, sino en nunca desanimarse’.
‘Cada edad nos da un papel diferente’.
‘De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso’.
‘Para gobernar a los hombres hay que saberse aprovechar de sus vicios, más bien que de sus virtudes’.
‘El tonto tiene una gran ventaja sobre el hombre de espíritu: está siempre contento de sí mismo’. ‘Nunca emprenderíamos nada si quisiéramos asegurar por anticipado el éxito de nuestra empresa’.
‘Había ordenado, sin emoción, las más sangrientas batallas, y he aquí que me sentía conmovido: me emocionaban los gritos y el dolor de un perro’.
‘El porvenir de un hijo es siempre obra de su madre’.
‘He de gobernar de acuerdo con el bien general, no de acuerdo con la voluntad general, que muchas veces no ve bien todos los problemas’.
‘El método más seguro de permanecer pobre es ser una persona franca’.
‘Agua clara, aire puro y limpieza son las principales drogas de mi farmacopea’.
‘Toda hora perdida en la juventud es una probabilidad de desgracia en el porvenir’.
‘El mayor orador del mundo es el triunfo’.
‘Los hombres son como los números, que no adquieren valor sino por la posición que ocupan’.
‘Abandonarse al dolor sin resistir, suicidarse para sustraerse de él, es abandonar el campo de batalla sin haber luchado’.
‘Aquellos hombres que están libres de prejuicios comunes, adquieren otros’.
‘Después de cometer el error de sufrir un infortunio, el hombre talentoso siempre se recupera’.
‘En las revoluciones hay dos clases de personas; las que las hacen y las que se aprovechan de ellas’.
‘La ambición jamás se detiene, ni siquiera en la cima de la grandeza’.
‘La inmortalidad es el recuerdo que uno deja’.
‘Nos batimos más por nuestros intereses que por nuestros derechos’.
‘Si quieres tener éxito, promete todo y no cumplas nada’.
‘Un pueblo sólo podría ser libre si los gobernados fuesen todos sabios y los gobernantes todos dioses’.
‘El inglés es el lenguaje de los caballos; el alemán el de los perros; el francés para los hombres; el italiano para las mujeres; el español para los dioses’.
‘Habré perdido una batalla, pero no la guerra’.
‘La palabra imposible no está en mi vocabulario’.
‘La educación de un niño comienza cien años antes de su nacimiento’.
‘Nunca interrumpas a tu enemigo mientras está cometiendo un error’.
‘A veces hay que retroceder dos pasos para avanzar uno’.
‘Donde con toda seguridad encontrarás una mano que te ayude será en el extremo de tu propio brazo’.
‘¿Qué es el futuro? ¿Qué es el pasado? ¿Qué somos? ¿Cuál es el fluido mágico que nos rodea y oculta las cosas que más necesitamos saber? Vivimos y morimos en medio de maravillas’.
‘El más peligroso de nuestros consejeros, es el amor propio’.
‘El matrimonio es, sin duda alguna, el estado de perfección social’.
‘La ambición de dominar los entendimientos es la peor de las ambiciones’.
‘La confianza es la mitad del triunfo’.
‘La imaginación gobierna al mundo’.
‘La raza humana está controlada por su imaginación’.
‘La victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana’.
‘La victoria es del más perseverante’.
‘Los soberanos deben perdonar las faltas y no olvidarlas jamás’.
‘No son las riquezas ni el esplendor, sino la tranquilidad y el trabajo, los que proporcionan la felicidad’.
‘¿Saben qué es más duro que los reveses de la fortuna? La cruenta ingratitud del hombre’.
‘Se aprecia mucho mejor el fondo de los valles cuando se está en la cumbre de las montañas’.
‘Sólo con un poder absoluto se puede vencer la necesidad’.
‘Todo lo que no es natural es imperfecto’.
‘Una mujer hermosa agrada a los ojos; una mujer buena agrada al corazón; la primera es un dije [joya pequeña]; la segunda es un tesoro’.
‘Nunca emprenderíamos nada si quisiéramos asegurar por anticipado el éxito de nuestra empresa’.
‘¿Qué son un millón de hombres comparados con uno como yo?’.
‘Para que las mujeres te amen, es necesario que duden y teman acerca del alcance y la duración de su poder’.
‘Él que quiera hacer historia, primero que aprenda de ella’.