Borges

Jorge Francisco Isidoro Luis Borges fue un escritor argentino, uno de los autores más destacados de la literatura del siglo XX. Publicó ensayos breves, cuentos y poemas. Su obra, fundamental en la literatura y el pensamiento universales, y objeto de minuciosos análisis y múltiples interpretaciones, trasciende cualquier clasificación y excluye todo tipo de dogmatismo.

SELECCIÓN DE FRASES:

‘La más burda de las tentaciones del artista es la de ser un genio’.

‘La música, los estados de felicidad, la mitología, las caras trabajadas por el tiempo, ciertos crepúsculos y ciertos lugares quieren decirnos algo o algo dijeron, que no hubiéramos debido perder, o están por decir algo; esta inminencia de una revelación que no se produce es, quizá, el hecho estético’.

‘Quienes dicen que el arte no debe propagar doctrinas suelen referirse a doctrinas contrarias a las suyas’.

‘El arte debe ser como un espejo que nos revela nuestra propia cara’.

‘Quienes hoy se llaman intelectuales no lo son, en verdad, ya que hacen de la inteligencia un oficio o un instrumento para la acción. Intelectual es el contemplativo puro que a veces condesciende a escribir y, muy contadas veces, a publicar’.

‘Fácilmente aceptamos la realidad, acaso porque intuimos que nada es real’.

‘Ser inmortal es baladí; menos el hombre, todas las criaturas lo son, pues ignoran la muerte; lo divino, lo terrible, lo incomprensible, es saberse inmortal’.

‘Como Cornelio Agrippa, soy dios, soy héroe, soy filósofo, soy demonio y soy mundo, lo cual es una fatigosa manera de decir que no soy’.

‘Era muy religioso; creía tener con el Señor un pacto secreto, que lo eximía de obrar bien, a trueque de oraciones y devociones’.

‘Mañana, cuando el reloj de la prisión dé las nueve, yo habré entrado en la muerte; es natural que piense en mis mayores, ya que tan cerca estoy de su sombra, ya que de algún modo soy ellos’.

‘El cobarde se prueba entre las espadas; el misericordioso, el piadoso, busca el examen de las cárceles y del dolor ajeno’.

‘Yo, quizá, nunca fui plenamente feliz, pero es sabido que la desventura requiere paraísos perdidos’.

‘Que el cielo exista, aunque nuestro lugar sea el infierno‘.

‘Un hombre se confunde, gradualmente, con la forma de su destino; un hombre es, a la larga, sus circunstancias’.

‘¡Oh dicha de entender, mayor que la de imaginar o la de sentir!’.

‘Lo esencial era que Abenjacán pereciera. Simuló ser Abenjacán, mató a Abenjacán y finalmente fue Abenjacán’.

‘Esa obra (el laberinto) era un escándalo, porque la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres’.

‘Comprendí que el trabajo del poeta no estaba en la poesía; estaba en la invención de razones para que la poesía fuera admirable’.

‘Hay quien busca el amor de una mujer para olvidarse de ella, para no pensar más en ella’.

‘A lo largo de los siglos y de las latitudes cambian los nombres, los dialectos, las caras, pero no los eternos antagonistas’.

‘Nuestra mente es porosa para el olvido, yo mismo estoy falseando y perdiendo, bajo la engorrosa erosión de los años, los preciosos rasgos de Beatriz’.

‘No sé si la instrucción puede salvarnos, pero no sé de nada mejor’.

‘Dicen que soy un gran escritor. Agradezco esa curiosa opinión, pero no la comparto. El día de mañana, algunos lúcidos la refutarán fácilmente y me tildarán de impostor o chapucero o de ambas cosas a la vez’.

‘Quizá haya enemigos de mis opiniones, pero yo mismo, si espero un rato, puedo ser también enemigo de mis opiniones’.

‘El tiempo es la sustancia de la que estoy hecho’.

‘Si viéramos realmente el Universo, tal vez lo entenderíamos’.

‘El tiempo es el mejor antologista, o el único, tal vez’.

‘La duda es uno de los nombres de la inteligencia’.

‘Las tiranías fomentan la estupidez’.

‘No sé hasta qué punto un escritor puede ser revolucionario. Por lo pronto, está trabajando con el idioma, que es una tradición’.

‘Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mi me enorgullecen las que he leído’.

‘El infierno y el paraíso me parecen desproporcionados. Los actos de los hombres no merecen tanto’.

‘En mi época no había best sellers y no podíamos prostituirnos. No había quien comprara nuestra prostitución’.

‘Democracia: es una superstición muy difundida, un abuso de la estadística’.

‘Yo no bebo, no fumo, no escucho la radio, no me drogo, como poco. Yo diría que mis únicos vicios son El Quijote, La divina comedia y no incurrir en la lectura de Enrique Larreta ni de Benavente’.

‘Que cada hombre construya su propia catedral. ¿Para qué vivir de obras de arte ajenas y antiguas?’

‘No he cultivado mi fama, que será efímera’.

‘Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos’.

‘Creo que con el tiempo mereceremos no tener gobiernos’.

‘La poesía nace del dolor. La alegría es un fin en sí misma’.

‘La imaginación está hecha de convenciones de la memoria. Si yo no tuviera memoria no podría imaginar’.

‘Es supersticiosa y vana la costumbre de buscar sentido en los libros, equiparable a buscarlo en los sueños o en las líneas caóticas de las manos’.

‘La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica’.

‘Me gustaría ser valiente. Mi dentista asegura que no lo soy’.

‘Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única’.

‘Deporte: yo creo que habría que inventar un juego en el que nadie ganara’.

‘La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene’.

‘Dos son las obras que dejan en pos de sí los hombres: una la obra en sí misma y otra, la imagen que del hombre se forman los demás’.

‘El éxito y el fracaso son dos impostores’.

‘Las dictaduras podrían ser buenas, pero no lo son. Porque la dictadura ilustrada es una utopía. Y las militares son las peores’.

‘Todas las teorías son legítimas y ninguna tiene importancia. Lo que importa es lo que se hace con ellas’.

‘He cometido el peor pecado que un hombre puede cometer: no he sido feliz’.

‘He sospechado alguna vez que la única cosa sin misterio es la felicidad, porque se justifica por sí sola’.

‘La felicidad no necesita ser transmutada en belleza, pero la desventura sí’.

‘La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido’.

‘Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón’.

El ápice

No te habrá de salvar lo que dejaron

Escrito aquellos que tu miedo implora;

No eres los otros y te ves ahora

Centro del laberinto que tramaron

Tus pasos.  No te salva la agonía

De Jesús o de Sócrates ni el fuerte

Siddharta de oro que aceptó la muerte

En un jardín, al declinar el día.

Polvo también es la palabra escrita

Por tu mano o el verbo pronunciado

Por tu boca.  No hay lástima en el Hado

Y la noche de Dios es infinita.

Tu materia es el tiempo, el incesante

Tiempo.  Eres cada solitario instant

Fragmentos de un evangelio apócrifo:

  • Busca por el agrado de buscar, no por el de encontrar.
  • La puerta es la que elige, no el hombre.
  • No juzgues al árbol por sus frutos ni al hombre por sus obras: pueden ser peores o mejores.
  • Nada se edifica sobre la piedra, todo sobre la arena, pero nuestro deber es edificar como si fuera piedra la arena…
  • Feliz el pobre sin amargura y el rico sin soberbia.
  • Felices los valientes, los que aceptan con ánimo parejo la derrota o las palmas.
  • Felices los que guardan en la memoria palabras de Virgilio o de Cristo, porque éstas darán a luz sus días.
  • Felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor.
  • Felices los felices.