Jacinto-Benavente

Fue un dramaturgo, director, guionista y productor de cine español, Premio Nobel de Literatura 1922.

SELECCIÓN DE FRASES:

‘Eso de que el dinero no da la felicidad son voces que hacen correr los ricos para que no los envidien demasiado los pobres’.

‘Mucha buena gente que sería incapaz de robarnos el dinero, nos roba sin escrúpulo alguno el tiempo que necesitamos para ganarlo’.

‘Nada prende tan pronto de unas almas en otras como esa simpatía de la risa’.

‘El pretexto para todas las guerras: conseguir la paz’.

‘Todos creen que tener talento es cuestión de suerte; nadie piensa que la suerte pueda ser cuestión de talento’.

‘El dinero no puede hacernos felices, pero es lo único que nos compensa de no serlo’.

‘El amor es como Don Quijote, cuando recobra el juicio es que está para morir’.

‘El amor es así, como el fuego; suelen ver antes el humo los que están fuera, que las llamas los que están dentro’.

‘Sólo temo a mis enemigos cuando empiezan a tener razón’.

‘Hay que ser constantes traperos en el montón de las mentiras, para encontrar de tarde en tarde alguna verdad’.

‘El verdadero amor no se conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece’.

‘La felicidad es mejor imaginarla que tenerla’.

‘Poco bueno habrá hecho en su vida el que no sepa de ingratitudes’.

‘Si la pasión, si la locura no pasaran alguna vez por las almas… ¿Qué valdría la vida?’

‘Más se unen los hombres para compartir un mismo odio que un mismo amor’.

‘Yo podría ser el último paria de mi reino, un leproso abandonado por todos, sin recuerdo y sin esperanza de goce alguno, y aún quisiera vivir’.

‘Nada fortifica tanto las almas como el silencio; que es como una oración íntima en que ofrecemos a Dios nuestras tristezas’.

‘En la pelea, se conoce al soldado; sólo en la Victoria, se conoce al caballero’.

‘Lo peor que hacen los malos es obligarnos a dudar de los buenos’.

‘Si murmurar la verdad aun puede ser la justicia de los débiles, la calumnia no puede ser otra cosa que la venganza de los cobardes’.

‘No hay ninguna lectura peligrosa. El mal no entra nunca por la inteligencia cuando el corazón está sano’.

‘La vanidad hace siempre traición a nuestra prudencia y aún a nuestro interés’.

‘El arte de dirigir muchedumbres consiste en saber decirles lo que piensan’.

‘¡Qué agradable sería nuestra vida si nos la contaran como un cuento, si no hubiéramos de vivirla como una historia!’.

‘El verdadero amor no es el que perdona nuestros defectos, sino el que no los conoce’.

‘Desconfiemos siempre de los que nos creen capaces de mayores triunfos de los que hemos podido lograr. Es el modo pérfido de considerarnos fracasados’.

‘Siempre es más noble engañarse alguna vez que desconfiar siempre’.

‘Ante cualquier desdicha que nos aflige, siempre nos admiramos al sentir menos de lo que a nuestro parecer debiéramos haber sentido’.

‘Si todos los que admiran a Shakespeare lo leyeran, ¡pobre Shakespeare! Acaso no fuese tan admirado, porque nada gana un poeta con ser leído, como nada gana un campo de flores con ser pisoteado’.

‘Hay secretos que se guardan por delicadeza más que por engañar’.

‘El amor propio y la vanidad nos hacen creer que nuestros vicios son virtudes, y nuestras virtudes, vicios’.

‘Los amores son como los niños recién nacidos: hasta que no lloran no se sabe si viven’.

‘La peor verdad sólo cuesta un gran disgusto; la mejor mentira cuesta muchos disgustos pequeños, y por fin el disgusto grande’.

‘El origen de todas las grandes fortunas es la falta de delicadeza’.

‘La felicidad no existe en la vida. Sólo existen momentos felices’.

‘Al amor lo pintan ciego y con alas. Ciego para no ver los obstáculos y con alas para salvarlos’.

‘Perdonar supone siempre un poco de olvido, un poco de desprecio y un mucho de comodidad’.

‘Creedlo, para hacernos amar no debemos preguntar nunca a quien nos ama: ¿Eres feliz?, sino decirle siempre: ¡Qué feliz soy!’.

‘La admiración no interroga nunca: con admirar comprende’.

‘Nunca, como al morir un ser amado, necesitamos creer que existe un cielo’.

‘El cariño no sabe de gratitud, no sabe de ningún otro sentimiento que no sea él mismo… Esto quizás es toda su grandeza… y también toda su miseria’.

‘No hay sentimiento que valga; el amor es una ocupación como otra cualquiera’.

‘Los artistas han convenido en que lo más pintoresco y característico de cada pueblo es la roña, sea material o espiritual’.

‘La única aristocracia posible y respetable es la de las personas decentes’.

‘No es humano el deber que por soñar una humanidad perfecta es inexorable con los hombres’.

‘Las mujeres perdonan alguna vez al que las ha engañado, pero nunca al que no han podido engañar’.

‘La ironía es una tristeza que no puede llorar y sonríe’.

‘Por amor una mujer es capaz de todo, incluso de traicionar ese amor para salvarlo’.

‘Una idea fija siempre parece una gran idea, no por ser grande, sino porque llena todo el cerebro’.

‘Pensar mal para dispensarnos de hacer bien es el pesimismo de los espíritus mezquinos. Pensar mal y hacer bien es pesimismo de gran señor’.

‘El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve; con lo que se imagina, basta’.

‘En cuestión de árboles genealógicos es más seguro andarse por las ramas que atenerse a las raíces’.

‘No hay nada que desespere tanto como ver mal interpretados nuestros sentimientos’.

‘Bien sé que las mujeres aman, por lo regular, a quienes lo merecen menos. Es que las mujeres prefieren hacer limosnas a dar premios’.

‘Una cosa es continuar la historia y otra repetirla’.

‘Cuando no se piensa lo que se dice es cuando se dice lo que se piensa’.

‘En asuntos de amor los locos son los que tienen más experiencia. De amor no preguntes nunca a los cuerdos; los cuerdos aman cuerdamente, que es como no haber amado nunca’.

‘Es más fácil ser genial que tener sentido común’.

‘En la vida, lo más triste, no es ser del todo desgraciado, es que nos falte muy poco para ser felices y no podamos conseguirlo’.

‘A perdonar sólo se aprende en la vida cuando a nuestra vez hemos necesitado que nos perdonen mucho’.

‘El mal que hacemos es siempre más triste que el mal que nos hacen’.