Gabriel José de la Concordia García Márquez , fue un escritor, novelista, cuentista, guionista, editor y periodistacolombiano. En 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura.
Fue conocido familiarmente y por sus amigos como Gabito (hipocorístico guajiro para Gabriel), o por su apócope Gabodesde que Eduardo Zalamea Borda, subdirector del diario El Espectador, comenzara a llamarlo así.
Está relacionado de manera inherente con el realismo mágico y su obra más conocida, la novela Cien años de soledad, es considerada una de las más representativas de este género literario e incluso se considera que por su éxito es que tal término se aplica a la literatura desde los años setenta.
SELECCIÓN DE FRASES:
‘A los demonios no hay que creerles ni cuando dicen la verdad’.
‘Creo que las mujeres sostienen el mundo en vilo, para que no se desbarate mientras los hombres tratan de empujar la historia. Al final, uno se pregunta cuál de las dos cosas será la menos sensata’.
‘Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno. Descubrí, en fin, que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiaco’.
‘El amor es tan importante como la comida. Pero no alimenta’.
‘El amor se hace más grande y noble en la calamidad’.
‘El deber revolucionario de un escritor es escribir bien’.
‘Escribo porque quiero que me quieran’.
‘La incredulidad resiste más que la fe, porque se sustenta de los sentidos’.
‘La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla’.
‘Las ideas no son de nadie’.
‘Me desconcierta tanto pensar que Dios existe, como que no existe’.
‘Mi sentido de la amistad es tal que recuerda un poco al de los gánsters’.
‘No hay medicina que cure lo que cura la felicidad’.
‘Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien la merezca no te hará llorar’.
‘Ofrecer amistad al que busca amor es dar pan al que se muere de sed’.
‘Sólo porque alguien no te ame como tu quieres, no significa que no te ame con todo su ser’.
‘Yo vivo sólo para que me quieran más mis amigos’.
‘Todavía no tenemos un muerto -dijo él-. Uno no es de ninguna parte mientras no tenga un muerto bajo la tierra’.
‘El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad’.
‘Había tenido que promover 32 guerras, y violar todos sus pactos con la muerte y revolcarse como un cerdo en el muladar de la gloria, para descubrir con casi cuarenta años de retraso los privilegios de la simplicidad’.
‘Intrigado con este enigma, escarbó tan profundamente en los sentimientos de ella, que buscando el interés encontró el amor, porque tratando de que ella lo quisiera terminó por quererla’.
‘Pero a pesar de su inmensa sabiduría y de su ámbito misterioso, tenia un peso humano, una condición terrestre que lo mantenía enredado en los minúsculos problemas de la vida cotidiana’.
‘El escritor escribe su libro para explicarse a sí mismo lo que no se puede explicar’.
‘El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno’.
‘En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces’.
‘Estaba demasiado oprimido por los estragos del tiempo para pensar en nadie’.
‘Siempre he creído que lo más hermoso de la creación es una mujer guapa’.
‘Hay un momento en que todos los obstáculos se derrumban, todos los conflictos se apartan, y a uno se le ocurren cosas que no había soñado, y entonces no hay en la vida nada mejor que escribir’.
‘El matrimonio, como la vida entera, es algo terriblemente difícil que hay que volver a empezar desde el principio todos los días, y todos los días de nuestra vida. El esfuerzo es constante, e inclusive agotador muchas veces, pero vale la pena. Un personaje de alguna novela mía lo dice de un modo más crudo: también el amor se aprende’.
‘En realidad, el único momento de la vida en que me siento ser yo mismo es cuando estoy con mis amigos’.
‘El éxito no se lo deseo a nadie. Le sucede a uno lo que los alpinistas, que se matan por llegar a la cumbre y cuando llegan, ¿que hacen? Bajar, o tratar de bajar discretamente, con la mayor dignidad posible’.
‘Neruda, lo he dicho otras veces, era una especie de rey Midas, todo lo que tocaba lo convertía en poesía’.
‘Yo diría que el machismo, tanto en los hombres como en las mujeres, no es más que la usurpación del derecho ajeno. Así de simple’.
‘Yo me considero el mejor amigo de mis amigos, y creo que ninguno de ellos me quiere tanto como yo quiero al amigo que quiero menos’.
‘Hay que ser infiel, pero nunca desleal’.
‘La diabetes es demasiado lenta para acabar con los ricos’.
‘La ilusión no se come -dijo ella-. No se come, pero alimenta -replicó el coronel’.
‘La ingratitud humana no tiene límites’.
‘La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada’.
‘La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir’.
‘Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir no cuando es no’.
‘Lo peor de la mala situación es que lo obliga a uno a decir mentiras’.
‘La pobreza es el mejor remedio para la diabetes’.
‘Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez’.
‘Lo único que llega con seguridad es la muerte’.
‘Me desconcierta tanto pensar que Dios existe, como que no existe’.
‘Nada en este mundo debe ser más tremendo que los escombros de un hombre’.
‘Ningún lugar en la vida es más triste que una cama vacía’.
‘La vida es la cosa mejor que se ha inventado’.
‘-No sea ingenuo coronel -dijo el médico -Ya nosotros estamos muy grandes para esperar al Mesías’.
‘El amor es un sentimiento contranatural que une a dos desconocidos en una relación mezquina e insalubre, cuanto más intensa, tanto más efímera’.
Ella le preguntó por esos días si era verdad, como decían las canciones, que el amor lo podía todo. ‘Es verdad’, le contestó él, ‘pero harás bien en no creerlo’.
‘Siempre habrá gente que te lastime, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando, y solo ser más cuidadoso en quién confías dos veces’.
‘Tratándose de un presidente, las peores ignominias pueden ser las dos cosas al mismo tiempo: verdad y mentira’.
‘Tengo miedo de tener miedo’.
‘Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra’.
‘Yo sí creo que Dios existe —dijo el presidente—, pero que no tiene nada que ver con los seres humanos. Anda en cosas mucho más grandes’.
‘Lo que pasa es que en este país no hay una sola fortuna que no tenga a la espalda un burro muerto’.
‘Desde entonces quedaron vinculados por un afecto serio, pero sin el desorden del amor’.
‘Una pobre mujer consagrada al culto de sus defectos’.
‘Dadme un prejuicio y moveré al mundo’.