La asertividad apunta a un conjunto de comportamientos interpersonales que se refieren a la capacidad social de expresar lo que se piensa, lo que se siente y las creencias en forma adecuada al medio y en ausencia de ansiedad. Para esto se requiere naturalmente, buenas estrategias de comunicación. Sin embargo el concepto asertividad ha evolucionado considerándose que la conducta asertiva se refiere a aquellos comportamientos interpersonales cuya ejecución implica cierto riesgo social, es decir que es posible la ocurrencia de algunas consecuencias negativas de rechazo. Más aún, la falta de asertividad, dependiendo de la cultura, puede incluso ser valorado por los grupos de pertenencia, a costa de que la persona no logre susobjetivos sociales.
Por tanto la conducta asertiva es aquella que le permite a la persona expresar adecuadamente oposición (decir que no, expresar desacuerdo, hacer y recibir crítica, etc.) y afecto (dar y recibir elogios, expresar sentimientos positivos en general ), de acuerdo con sus objetivos, respetando el derecho de los otros e intentando alcanzar la metas propuestas.
Cuando la persona percibe que su conducta no es aceptada por la sociedad, se ve así mismo como un ser socialmente inaceptable y esto se convierte en un aspecto dominante en su autopercepción. Una vez reforzada la autoestima de una forma asertiva, podemos eliminar la ansiedad y desarrollar habilidades para afrontar las consecuencias de nuestros actos y también las críticas.
DI NO SIN SENTIRTE MAL:
- ¿Por qué dices siempre sí?:
- Temes perder el cariño ajeno. Lo consideras de mala educación.
- Lo juzgas una actitud egoísta.
- No te has ejercitado en decir no.
- ¿Qué ocurre cuando no sabes decir no?:
- No te respetas a ti mismo.
- Te arrepientes de negarte incluso antes de haberlo hecho.
- Manejas mal la situación.
APRENDE A NEGAR: no es cuestión de decir no por sistema. Ni se trata de ser insensible a las necesidades ajenas, sino de pensar también en ti y respetar tus propios deseos.
- Di sin rodeos lo que quieres. Sin enfados y sin dar excusas. En el caso anterior podrías decir: ‘lo siento, pero no te presto el dinero’. No te sientas responsable, ni aunque te retire el saludo. No estás obligado a darle siempre lo que quiere.
- No uses excusas: si lo haces estas proporcionando argumentos a la otra persona. A lo sumo, debes buscar una respuesta sencilla.
- Sé amable, pero no cedas. No bajes los ojos y mantén la voz serena. Tampoco seas agresivo, ni sumiso, no hables en tono alto ni bajo. Así controlas tú la situación. Puedes ensayar delante de un espejo.
- No valores la reacción del otro. Su respuesta puede ser negativa, de aceptación o de sorpresa… o bien violenta o lastimera. Es importante que te mantengas firme. Puedes repetir frases del tipo: ‘comprendo tu situación, pero no puedo dejarte dinero’. siéntete orgulloso de haber sido capaz de afrontar el problema sin dejarte manipular por intereses ajenos.