Según Tom Peters, la mayoría de las empresas están incapacitadas para adaptarse a los cambios por falta de liderazgo. Según él ‘es imposible que las nuevas tecnologías se puedan implantar si no desaparecen el 98% de los directivos actuales’. El nuevo líder según Peters tiene que ser ‘metafísico’, para comprender que lo importante ‘no es que las cosas funcionen, eso ya se da por supuesto’. La ‘verdadera nueva economía’ ya no consiste en ofrecer bienes y servicios, sino en vender experiencias apasionadas y sueños, ‘ayudar a los clientes a ser quienes ellos quieren ser’.
El líder del futuro tendrá que dialogar más aceptando realidades distintas y descubriendo el terreno en común, sobre el que todo el mundo puede decidir. En vez de gastar la energía intentando convencer a los demás, serán unas actitudes que dejen espacios, faciliten las condiciones para que la gente participe más.
No hay porqué convencer al que no piensa como yo, sino trabajar juntos a pesar de las diferencias.
Peter Drucker ha anunciado la suplantación de la ‘sociedad del interés’ por la ‘sociedad del conocimiento’, en la que la educación y el aprendizaje ocuparán un puesto clave. Hace hincapié en que ‘el beneficio no es el fin, sino el resultado’.
La nueva frontera del liderazgo es la gestión de la diversidad, ya que nos encontramos en un momento de gran escasez de talento.
Los líderes son personas que despiertan entusiasmo por una misión compartida, guían mediante el ejemplo, se ponen a la vanguardia cuando es necesario, cualquiera que sea su cargo. Orientan a otros, les hacen asumir su responsabilidad. Al final, lo que cuenta es la dedicación, la motivación y el talento. La inteligencia es un plus en todas estas cosas. Pero por sí sola no basta, tiene que ir acompañada de una gran motivación, y esa motivación exige muchas horas de dedicación y una enorme disponibilidad.