Cuando uno se compromete con algo, está comprometido con una parte y, por lo tanto, la parte se vuelve importante y eso engendra división. Mientras que si uno está enteramente involucrado en todo el problema del vivir, la acción es por completo diferente. La acción no es entonces solamente una acción interna, sino que también es externa, se halla relacionada con el problema íntegro de la vida. Estar involucrado implica una relación total con cada problema, con cada pensamiento y sentimiento de la mente humana. Y cuando uno está de ese modo involucrado en la vida y no comprometido con alguna parte o algún fragmento de ella, sólo entonces ha de ver qué puede realmente hacer como ser humano (37).