¿Cómo van a cambiar cualquier sistema explotador, ya sea económico, religioso o social, a menos que comiencen consigo mismos, a menos que vean profundamente la necesidad de tal cambio, no sólo por un momento, durante esta reunión, sino continuamente en sus vidas cotidianas? Pero cuando sienten la presión de un sistema, ya sea la ejercida por sus vecinos, por sus jefes o por sus empleadores, se vuelve muy difícil para ustedes mantener esta comprensión profunda. Por lo tanto, la mente-corazón debe sentir la absoluta necesidad de liberarse de sus propios y aparentemente interminables deseos. A menos que sientan hondamente todo esto y hagan un esfuerzo para liberarse de sus autoimpuestas limitaciones, el sistema les aprisionará, se convertirán en un proceso que habrá de sustentarse a sí mismo. Si bien carece de vida propia, será mantenido por las energías individuales y únicas de cada uno de ustedes. Otra vez tenemos aquí un círculo vicioso (14).