Deben observar todo lo que hacen, piensan y sienten, gracias a lo cual no sólo descubrirán qué es falso, sino que de ello surgirá una nueva vitalidad, una energía nueva, y esa energía les dictará qué clase de trabajo han de hacer o no hacer (16).
Señores, ¿qué entendemos por subsistencia? Es ganarse la vida para cubrir las propias necesidades de alimento, ropa y vivienda. La dificultad de los medios de subsistencia surge cuando utilizamos estas necesidades esenciales como un recurso de agresión psicológica. O sea, cuando uso las necesidades como un medio de exaltación personal, surge el problema de la subsistencia; y nuestra sociedad se basa fundamentalmente no en proveer las necesidades esenciales, sino en la exaltación psicológica, usando estas necesidades para la autoexpansión interna de los individuos (16).
Si ustedes y yo nos dedicamos a descubrir qué es la verdad, cuál es nuestra verdadera vocación, entonces en esa búsqueda no estaremos compitiendo. Yo no estaré compitiendo con usted, no lucharé con usted aunque usted pueda expresar esa verdad de un modo diferente. Usted podrá ser el primer ministro, pero yo no seré ambicioso queriendo ocupar su lugar porque, al igual que usted, estoy buscando la verdad. Por lo tanto, hasta que no descubramos esa vocación verdadera del hombre, tendremos que estar en competencia y odiarnos unos a otros. ¿No es posible desde la infancia, mediante una educación correcta y el educador apropiado, ayudar al niño, al estudiante, a ser libre para descubrir cuál es la verdad acerca de todo? No la verdad en abstracto, sino descubrir la verdad de todas las relaciones, la relación del muchacho con las máquinas, su relación con la naturaleza, con el dinero, con la sociedad, con el gobierno, etc. Eso requiere una clase diferente de maestros que se interesen en ayudar al chico, al estudiante, dándole libertad a fin de que comience a investigar el cultivo de la inteligencia, la cual no puede ser condicionada por una sociedad en deterioro permanente. El hombre no puede existir en aislamiento. Sólo existe en la relación, y cuando en esa relación no hay descubrimiento de la verdad -de la verdad acerca de la relación-, entonces lo que hay es conflicto. Existe una única vocación para ustedes y para mí. Y en la búsqueda de esa vocación encontraremos la expresión libre de todo conflicto y no nos destruiremos el uno al otro. Pero es indudable que ello debe comenzar con una educación correcta en manos del educador apropiado. El educador también necesita educación. Fundamentalmente, el maestro no es un mero dador de información, sino que ha de originar en el estudiante un estado de libertad, de rebeldía indispensable para el descubrimiento de la verdad (23).