Cosas Que Hacemos Al Revés De Como Se Debería

 

Acción correcta o equivocadaEchar la cabeza atrás si te sangra la nariz, abrigarse para sudar la fiebre, tomar café al despertar o tomar fruta de postre son hábitos o costumbres que se realizan de forma errónea

Sin saber bien la causa, ya sea porque lo han enseñado así, por hábito o por simple desconocimiento, hay algunas acciones que se desarrollan de forma generalizada de manera errónea. Laura Muñoz, del Grupo Hospitalario Quirón, explicaba recientemente cómo realizarlas correctamente.

 

Echar la cabeza hacia atrás si te sangra la nariz

1

Ante una hemorragia nasal, lo primero que se debe hacer es taponar la nariz presionando la parte superior con los dedos a modo de pinza e inclinar la cabeza hacia delante. Solo de esta manera se comprime la pérdida y se consigue que la sangre drene hacia fuera para evitar tragarla o que pase a las vías respiratorias.

Abrigarse para sudar la fiebre

2

Con fiebre, hay que evitar tres cosas: abrigarse, bañarse con agua helada y darse friegas de alcohol (pueden causar, sobre todo a los niños, una intoxicación etílica). Lo que se ha de hacer es tomar un antipirético y desabrigarse (que no desnudarse) o tomar baños de agua templada para reducir tu temperatura corporal.

Tomar café al despertar

3

El cuerpo dispone de un reloj interno que se encarga de aumentar el grado de alerta a primera hora de la mañana con el incremento de la producción de cortisol. Estos niveles van disminuyendo en las horas posteriores, por lo que resulta más efectivo posponer el consumo de café (y su efecto estimulante) dos o tres horas tras levantarse, y no al despertar como se acostumbra.

Hacer la dieta de un conocido

4

A lo hora de ponerse a régimen, es preciso tener en cuenta una serie de factores como el sexo, la edad, las alergias e intolerancias alimentarias y/o enfermedades como la hipertensión o la diabetes, ya que condicionarán el contenido nutricional y calórico. Por ello, es fundamental no hacer la dieta de otras personas sin la evaluación previa de un médico/nutricionista.

Saltarse el desayuno

5

Una dieta equilibrada exige 5 ingestas al día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. El primero te aporta energía para afrontar las tareas de la mañana y evita que comas demasiado en las comidas principales por un apetito excesivo. Más importante aún es en los niños, ya que no desayunar es, junto al sedentarismo, el riesgo más frecuente que conduce a la obesidad infantil

Usar zapatos de tacón alto o totalmente planos

6

Un calzado con tacón muy alto favorece la sobrecarga en el antepié y ayuda a la formación de juanetes, dedos en garra e infecciones de las uñas. Uno demasiado plano (tipo chanclas o bailarinas) puede ocasionar problemas en la región del talón como durezas, fascitis plantar o tendinitis de Aquiles. Lo ideal es usar un zapato con tacón moderado, anchura adecuada y buena sujeción

Cepillarse los dientes nada más comer

7

Si has ingerido alimentos con alto contenido ácido (frutas, zumos, vino o café) deberás esperar 30 minutos para lavarte los dientes, porque si lo hicieras nada más comer, repartirías el ácido por toda la boca y te arriesgarías a sufrir caries. Así pues, deja actuar a la saliva para que neutralice el pH de lo que hayas comido y haga su labor antiséptica

Tomar fruta de postre

8

La fruta tiene un monosacárido denominado fructosa que, ingerido tras la comida, provoca un aumento rápido de los niveles de insulina en sangre y hace que todo lo anteriormente comido tenga más facilidad para convertirse en grasa. Además, en ocasiones produce gases. Por todo ello, lo ideal es separar la ingesta de fruta de las comidas principales

Dormir con la tele

9

Ver la televisión o usar otros dispositivos electrónicos con pantalla antes de dormir disminuye el tiempo y la calidad del descanso. Esto se debe a que la luz que emiten tiene una longitud de onda que dificulta la producción de la melatonina en el cerebro, hormona encargada de inducir y mantener el sueño.

Llevar bolsos grandes

10

Un shopping bag u otro bolso grande suele ser sinónimo de una gran carga llevada de forma inadecuada, lo que provoca lesiones de hombro y espalda, como tendinitis, contracturas cervicales, dorsalgias y lumbalgias. Lo ideal es llevar solo lo imprescindible (que no supere el 3% de tu peso) y optar por un bolso en bandolera. Mejor si lo llevas cruzado.

Lavarse mucho

11

El agua rompe el manto lipídico y la capa córnea que protegen la piel, y causa que esta se deshidrate. Para evitarlo, lo mejor es lavarse las manos un máximo de cinco veces, ducharse una única vez al día, incluyendo el pelo (al contrario de lo que puedas pensar, el cabello no se estropea si te lo lavas a diario) y emplear productos lo más neutros posible y con poco perfume.

 

FUENTE: Agencias.