SABIDURÍA:
Ni amor, ni odiar encierra la mitad de toda sabiduría, no decir nada y no creer nada, he aquí la otra mitad. Arthur Schopenhauer.
Sólo los ignorantes se ponen bien humillando a los demás; los seres de conocimiento se ponen bien ayudando a todos sus hermanos, respetando a toda la creación. Janajpacha. Los secretos del chamanismo Andino. Luis Espinoza –Chamalú.
El afán de gloria es también lo último de que se despojan los sabios. Tácito.
El ingenio se agota con las muchas palabras. Mantente detrás y serás puesto delante; estáte fuera, y serás introducido. Las buenas palabras te darán honor en la plaza pública; las buenas obras te granjearán la amistad de los hombres. Aquel que gobierna, arruina. Aquel que domina por la fuerza termina por perecer. Poderoso es quien se conquista a sí mismo. El que está contento de sí mismo, tiene todo en el mundo. El hombre sabio vive libre de las ofensas, porque no considera nada ofensivo. Ramón Conde Obregón.
Marcado carácter quietista: no hacer nada. Las enseñanzas de Lao-Tsé tienen un marcado carácter quietista. El secreto de la vida del hombre está en dejarse conducir por el eterno fluir del Tao. Debe abandonarse al discurrir del principio universal y, cuando más, intentar sólo descubrir en la naturaleza la obra ininterrumpida del Tao. La base de esta doctrina es un ‘no hacer nada’. El hombre sabio no tiene ambiciones, ni deseos, ni propósitos. No actúa, para no entrometerse en el orden natural de las cosas, y cuando adopta esta actitud descubre que su propia existencia se incorpora a un orden establecido desde la eternidad. Ramón Conde Obregón.
Quien conoce sus deberes y los ejerce pertenece verdaderamente a la morada de las Musas, ha alcanzado la cima de la sabiduría humana y de nuestra felicidad. Ése, sabiendo exactamente lo que se debe, encuentra que forma parte de su papel aplicarse a sí mismo el uso de los otros hombres y del mundo, y, para ello, contribuir a la sociedad con los deberes y las funciones que le afectan. Quien no vive en modo alguno para los demás no vive para sí… Mi opinión es que hay que prestarse a los demás y no darse más que a sí mismo. Michel de Montaigne.
La falsa paradoja: idiota feliz o sabio infeliz queda resuelta. Hay una tercera opción mejor: sabio feliz, así sea redundante, porque no existe sabiduría sin alegría. Walter Riso.
Insisto una y otra vez en que tu sabiduría no es otra cosa que la conciencia de tus propios límites. Walter Riso.
La alabanza y el vituperio no mueven más al sabio que el viento a un peñasco. Anónimo.
Cada época tiene su propia especie divina de ingenuidad, cuya invención le será envidiada por otras épocas y cuánta ingenuidad, cuánta ingenuidad respetable, infantil, ilimitadamente torpe, hay en esa creencia que el docto tiene de su superioridad, en la buena conciencia de su tolerancia, en la candorosa y simplista seguridad con que su instinto trata al hombre religioso como un tipo inferior y menos valioso, más allá del cual, lejos del cual, por encima del cual ha crecido él, ¡el, el pequeño y presuntuoso enano y hombre de la plebe, él, el diligente y ágil obrero intelectual y manual de las ‘ideas’ de las ‘ideas modernas’! F. Nietzsche.
La sabiduría inútil sólo se diferencia de la tontería en que da mucho más trabajo. Proverbio sueco.
El sabio convive con la gente sin criticar, el necio critica sin convivir. Proverbio chino.
Amor y sabiduría no habitan en el mismo castillo. Proverbio francés.
El Papa y el campesino unidos saben más que el Papa sólo. Proverbio italiano.
Una montaña se escala en etapas, las propiedades se adquieren en etapas, y a la sabiduría se llega en etapas. Proverbio japones.
El hombre sabio es aquel que busca instruirse con todos los hombres; el hombre fuerte, aquel que sabe quebrar sus deseos; el hombre rico, aquel que se contenta con su suerte; y el hombre honrado, aquel que honra a los demás. Proverbio judío.
El sabio habla de las ideas, el inteligente de los hechos, el vulgar de lo que come. Proverbio mongol.
Ignorancia-información-conocimiento-sabiduría. Lair Ribeiro.
Quien lee mucho sabe mucho; pero quien observa sabe todavía más. Alexandre Dumas (hijo).
Sabio es aquel que abre caminos y no sigue reglas de otro. Goethe.
La ciencia viene, la sabiduría se queda. Alfred Tennyson.
El hombre sabio no se expone asimismo sin necesidad al peligro, ya que hay pocas cosas por las que se preocupa lo suficiente; pero está dispuesto, en las grandes crisis, a dar incluso su vida, sabiendo que bajo ciertas circunstancias no merece la pena vivir. Aristóteles.
La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia. Aristóteles.
La meta de los sabios no es asegurar el placer, sino evitar el dolor. Aristóteles.
Siempre podemos aprender del hombre eminente, aun cuando calla. L. A. Séneca.
El mayor espacio de la vida es vivir hasta saber. L. A. Séneca.
No conocerás cuando el sabio te es útil, y lo conocerás cuando te haya sido útil. L. A. Séneca.
El sabio no tiene afición a las riquezas, mas querríalas antes de tener que dejar de tener. L. A. Séneca.
El sabio no debe huir de la vida, sino apartarse de ella. L. A. Séneca.
El sabio debe caminar siempre por un sendero, mas no a un paso. L A. Séneca.
El sabio nunca provoca la ira del más poderoso, sino procura evitarla. L. A. Séneca.
Largo es el camino de los preceptos para llegar a la sabiduría, y corto el de los ejemplos. L. A. Séneca.
Uso y memoria, engendraron sabiduría. L. A. Séneca.
Si tomamos las religiones perdurables del mundo en su mejor forma, descubrimos la sabiduría destilada de la raza humana. Huston Smith.
Solamente sabe mucho el que sabe lo bastante para vencer. L. A. Séneca.