Las circunstancias sin duda pueden hacer la vida infeliz. Pero a menudo una gran parte de la infelicidad proviene de nuestro propios pensamientos, comportamientos y hábitos.
En este artículo compartiremos 7 de los hábitos cotidianos más destructivos a la hora de procurar nuestra propia infelicidad, y compartiremos también algunas cosas que funcionan para minimizar o cambiar estos hábitos.
1 . Tener la perfección como objetivo.
¿La vida tiene que ser perfecta para se feliz? ¿Tienes que comportarte de una manera perfecta y obtener resultados perfectos para ser feliz?
Si es así la felicidad no será fácil de encontrar. Establecer objetivos a un nivel inhumano por lo general conduce a una baja autoestima y a la sensación de no ser lo suficientemente bueno, aunque hayas tenido a menudo unos resultados buenos o excelentes.
Cómo superar este hábito:
Hay tres cosas que pueden resultar útiles para abandonar el perfeccionismo:
Parar en “lo suficientemente bueno”. Con el objetivo de la perfección lo que conseguimos por lo general es dejar en el camino muchos proyectos por terminar. Se trata de poner lo “suficientemente bueno” en su lugar. No debe ser una excusa para hacer las cosas mal, se trata simplemente de darse cuenta de que hay algo que se llama lo “suficientemente bueno” y cuando estás allí debes parar.
Tener una fecha límite. Hay que ponerse plazos cuando se inicia cualquier tarea. Establecer un plazo te ayudará a dejar de lado la necesidad de pulir las cosas demasiado.
Darse cuenta de lo que cuesta ser perfeccionista. Es muy fácil dejarse llevar por los sueños de perfección, pero en la vida real el perfeccionismo tiende a causar mucho sufrimiento y estrés dentro de ti y en las personas que te rodean. Puede dañar o, posiblemente, acabar con tus relaciones, tu trabajo, tus proyectos, sólo porque tus expectativas están fuera de este mundo. Es muy útil recordarse a uno mismo este simple hecho.
2 . Vivir en un mar de voces negativas.
Nadie es una isla. Lo que leemos, vemos y escuchamos tiene gran efecto en cómo nos sentimos y pensamos. Se hace mucho más difícil ser feliz si te dejas arrastrar por voces negativas. Voces que te indican que la vida será en gran parte infeliz, peligrosa y llena de miedos y límites.
Cómo superar este hábito:
Sustituir esas voces negativas por influencias más positivas es muy poderoso. Es muy útil pasar más tiempo con gente positiva, música inspiradora y libros, películas y programas de televisión que te hagan reír y pensar acerca de la vida de una manera nueva y menos negativa.
Puedes empezar poco a poco. Por ejemplo, trata de leer algo edificante mientras desayunas cualquier mañana de esta semana en lugar de leer el periódico o ver las noticias en televisión. Empezarás la mañana con mejor disposición.
3 . Quedarse atrapado en el pasado o en el futuro.
Pasar gran parte de tu tiempo en el pasado y revivir viejos recuerdos dolorosos, conflictos y oportunidades perdidas puede lastimar mucho. Pasar gran parte de tu tiempo en el futuro e imaginar cómo las cosas pueden salir mal en el trabajo, en las relaciones o en la salud provocará escenarios horribles que se repetirán en tu cabeza una y otra vez. No estar aquí, en el presente hará que te pierdas un montón de experiencias maravillosas.
Cómo superar este hábito:
Es casi imposible no pensar en el pasado o en el futuro. Y por supuesto es importante planificar para mañana y el año que viene y tratar de aprender del pasado. Pero pararte a pensar en esas cosas raras veces ayuda.
Así que debemos tratar de pasar la mayor parte del tiempo de cada día viviendo en el ahora. Sólo estar aquí, en este momento, cuando lees concentrado en las palabras que estás leyendo, cuando caminas concentrado en el paseo, cuando comes concentrado en la comida. Siempre que haces algo hay que estar allí por completo.
4 . Compararse con los demás y con sus vidas.
Un hábito diario muy común y destructivo es comparar constantemente tu propia vida con las vidas de los demás. Comparamos los coches, las casas, los puestos de trabajo, los zapatos, el dinero, las relaciones y así sucesivamente. Al final del día sólo habremos conseguido una autoestima por los suelos y generar una gran cantidad de sentimientos negativos.
Cómo superar este hábito:
Mírate a ti mismo. En primer lugar, en vez de compararte con otras personas intenta crear el hábito de compararte contigo mismo. Observa todo lo que has crecido, lo que has logrado y lo que has progresado a lo largo de tu vida. Este hábito tiene la ventaja de crear gratitud, aprecio y bondad hacia uno mismo al observar lo lejos que has llegado, los obstáculos que has superado y las cosas buenas que has hecho.
Te sentirás bien contigo mismo, sin tener que pensar en otras personas.
Se amable. La forma de comportarse y pensar en los demás parece tener un gran efecto sobre la forma en que te comportas hacia ti mismo y piensas en ti mismo. Si juzgas y criticas a la gente tenderás a juzgarte y criticarte más a ti mismo (a menudo de forma casi automática). Ser más amable con la gente te ayudará a ser más amable y servicial contigo mismo.
Ten en cuenta que la comparación te hará sentir mal antes o después. No importa lo que hagas, puedes estar seguro de que en algún momento encontrarás a alguien que tiene más que tú, o es mejor que tú en algo.
5 . Centrarse en los detalles negativos de la vida.
Ver sólo los aspectos negativos de cualquier situación y detenerse en esos detalles es una manera segura de hacerse infeliz y de hundir el estado de ánimo de las personas que te rodean.
Cómo superar este hábito:
La superación de este hábito puede ser complicado. Aceptar que las cosas y las situaciones tienen sus ventajas y desventajas ayuda bastante. Aceptar las cosas como son es importante, de esta manera puedes dejar marchar lo negativo en lugar de centrarte en ello haciendo una montaña de un grano de arena.
Otra cosa que funciona es simplemente centrarse en ser constructivo. En lugar de concentrarte en el detalle negativo, puedes hacerte preguntas como:
¿Cómo puedo convertir esta cosa negativa en algo útil o positivo? ¿Cómo puedo solucionar este problema?
6 . Creer que el mundo gira a tu alrededor.
Si piensas que el mundo gira a tu alrededor y le das la espalda porque tienes miedo de lo que la gente puede pensar o decir si haces algo diferente o nuevo, entonces estás poniendo algunos límites innecesarios en tu vida.
Te convertirás en una persona menos dispuesta a probar cosas nuevas. Pensarás que todos critican lo que haces y que es culpa tuya todo el tiempo. Pensar que la gente se preocupa por todo lo que dices o haces te convertirá en una persona insegura e infeliz.
Cómo superar este hábito:
Es importante darse cuenta de que las personas no suelen preocuparse demasiado de los demás. Ya tiene suficiente con sus propias vidas y lo que la gente pueda pensar de ellos. Esto hará que te sientas menos importante, pero también te hará más libre.
Mira hacia el exterior. En lugar de pensar todo el tiempo en ti mismo y en cómo la gente te puede percibir centra tu atención en las personas que te rodean. Escucharles y ayudarles te ayudará a aumentar tu autoestima y a reducir ese enfoque egocéntrico.
7 . Complicarse la vida.
La vida puede ser bastante complicada. Esa complicación genera estrés e infelicidad. Pero mucha de esta infelicidad es a menudo creada por nosotros. Es cierto que el mundo puede ser cada vez más complejo, pero eso no significa que no podamos crear nuevos hábitos que hagan la vida un poco más simple.
Cómo superar este hábito:
No quieras hacerlo todo en un sólo día ni prestes atención a todo del mismo modo.
No tengas demasiadas cosas. Pregúntate de vez en cuando: “¿He utilizado esto en el último año?” Si la respuesta es “no”, dónala o tírala a la basura.
No leas la mente de los demás ni interpretes sus conductas. La lectura de la mente es difícil. En lugar de hacer eso es mejor hacer preguntas y comunicarse. Esto te ayudará a reducir al mínimo los conflictos innecesarios, los malentendidos, la negatividad y la energía necesaria para resolverlos.
No te dejes llevar por el estrés y el agobio. Cuando estamos estresados, ofuscados en un problema o anticipando que todo saldrá mal es un buen momento para respirar con el abdomen durante dos minutos centrando la atención en el aire que entra y sale. Esto calmará tu cuerpo y traerá a tu mente de nuevo al momento presente y a la realidad de las cosas.
Autor: Psicopedia.org